Abogado Laboralista Ciudad Real

Un abogado laboralista es la figura que tiene como objetivo acompañar, asesorar y defender a los trabajadores frente a los diversos litigios que pueda tener con la empresa para la que trabaja o ex empresa.

A lo largo de nuestra vida laboral, la mayoría de ciudadanos tendremos que enfrentarnos a despidos, situaciones de acoso laboral, modificación de condiciones laborales, reclamaciones de salario, accidentes de trabajo, situaciones de incapacidad temporal o incapacidad permanente, así como a un sinfín de problemáticas en nuestro puesto de trabajo, tanto desde la perspectiva del empleado como de la empresa.

En consecuencia, son demasiados los conflictos derivados de las relaciones laborales y, en muchas ocasiones, puede verse indefenso o indefensa, por lo que busca la ayuda de un despacho de abogados laboralistas que haga valer sus derechos.

La rama social del Derecho en la que se encuadra el derecho del trabajo es una rama que requiere agilidad y dinamismo en su actuación, contando con reducidos plazos. Por lo que es esencial acudir a un despacho de un abogado laboralista con inmediatez.

El abogado laboralista en Ciudad Real se va a preocupar por tu situación laboral y te ofrecerá protección legal frente a cualquier tipo de vulnerabilidades respecto a tu empleador.

Es importante que sepas que tienes un plazo de 20 días hábiles (excluyendo sábados, domingos y festivos) para impugnar tu despido. Te recomendamos que acudas a un abogado especializado en derecho laboral para que analice las causas de tu despido y pueda iniciar los trámites necesarios para impugnarlo ante el CMAC y el juzgado.

Tienes un plazo de 20 días hábiles (excluyendo sábados, domingos y festivos) para impugnar tu despido.

Cuando presentes tu papeleta de conciliación ante el CMAC, el plazo quedará suspendido durante 15 días. Después de que se celebre el acto de conciliación o hayan pasado los 15 días, el plazo suspendido se reanudará nuevamente. Recuerda que es importante que actúes dentro de este plazo para proteger tus derechos laborales.

Es importante que sepas que las empresas pueden comunicar despidos disciplinarios si consideran que no has cumplido con tus obligaciones laborales, como tener un bajo rendimiento, retrasos o ausencias injustificadas, o haber transgredido las condiciones de tu contrato.

Además, también son frecuentes los despidos objetivos que pueden estar justificados por causas económicas, técnicas, productivas u organizativas debido a la situación económica actual. Estos despidos pueden ser individuales o colectivos, como en el caso de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

No existe el despido verbal como modalidad válida en el derecho español. Un despido verbal será calificado por el juzgado como despido improcedente o nulo. Para impugnar el despido, deberá iniciar los trámites necesarios y será un juez quien, a través de una sentencia, califique el despido como nulo o improcedente.

Es importante que sepas que la empresa tiene la posibilidad de despedirte en cualquier momento, incluso sin previo aviso. En caso de que se trate de un despido objetivo y no se haya dado aviso previo, la empresa estará obligada a pagarte una indemnización correspondiente a 15 días de salario. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la falta de aviso previo no suele implicar automáticamente que el despido sea considerado como improcedente.

Si tu despido es considerado improcedente, la empresa deberá compensarte con una indemnización que corresponderá a 33 días de salario por cada año trabajado, con un límite máximo de 24 mensualidades.

En el caso de que el despido sea considerado objetivo, la empresa deberá abonarte una indemnización equivalente a 20 días de salario por cada año de servicio prestado, con un máximo de 12 mensualidades.

Si durante el proceso de despido se han violado tus derechos fundamentales, podrás solicitar una indemnización adicional por los daños y perjuicios que hayas sufrido como resultado de la actuación de la empresa.

Antes de la Reforma Laboral de 2012, las indemnizaciones por despido improcedente eran equivalentes a 45 días de salario del trabajador multiplicados por cada año de trabajo. Después de la reforma, se redujo a 33 días por cada año de antigüedad. Si tienes antigüedad anterior a febrero de 2012, se deben hacer dos simulaciones, pero el total nunca puede superar 24 meses de salario.

Izquierdo Ocaña Abogados ofrece asesoramiento preventivo para minimizar los riesgos de conflictos laborales. Sin embargo, en caso de litigio, es crucial tener una formación y técnica adecuadas para defender los intereses de los clientes en los tribunales. 

Deberás exigir los salarios pendientes y no abonados, teniendo un límite máximo de 1 año (12 meses) desde la fecha en que deberían haber sido pagados y no lo fueron. Para iniciar el proceso, tendrás que presentar una Demanda de Conciliación ante el CMAC y, en caso de no llegar a un acuerdo con la empresa en este organismo administrativo, presentar una Demanda Judicial.

Sí, puedes reclamar las cantidades que te adeudan, pero tendrás que demostrar en el juzgado que has trabajado para la empresa y que ha existido una relación laboral, aunque no se haya formalizado con un contrato y alta en la Seguridad Social. Una vez que puedas demostrar tu relación laboral, tendrás que detallar las cantidades que se te adeudan y dispones de un plazo de 20 días hábiles (excluyendo sábados, domingos y festivos) para impugnar tu despido.

Desde el momento en que interpongas tu papeleta de conciliación ante el CMAC, el plazo quedará suspendido durante 15 días. Una vez celebrado el acto de conciliación o transcurridos los 15 días, el plazo suspendido se reanudará.

Si tu empresa ha declarado concurso de acreedores, deberás informar (y justificar) tu deuda al administrador concursal. Cualquier reclamación que tengas que hacer después de eso deberás presentarla en el Juzgado de lo Mercantil. Si el administrador concursal reconoce tu crédito, podrá emitir un certificado de deuda que podrás presentar en FOGASA para recibir los pagos correspondientes con los límites legales.

Siempre recomendamos buscar la asesoría de un experto que pueda analizar tu caso específico y ayudarte a encontrar la mejor manera de defender tus derechos.

El Baremo del Ilustre Colegio de Abogados establece la posibilidad de acordar los honorarios para cada proceso de forma libre. Además, detallará cuánto deben ser los honorarios para cada acción en función de la cuantía del proceso, su tipo y complejidad.

Por lo general, en el ámbito del Derecho Laboral, los honorarios de un abogado suelen ser del 10% al 25% de las cantidades obtenidas por el cliente en caso de reclamaciones por despido o reclamación de cantidad.

La carga salarial es una de las más importantes en el día a día empresarial. Si cuentas con un Abogado Laboralista, podrás optimizar los Recursos Laborales y reducir el impacto de las continuas decisiones que debes tomar en materia laboral. Además, evitarás exponer la viabilidad empresarial a consecuencia de una desinformada decisión.

Un abogado especializado en empresas te ayudará a resolver los problemas más importantes que se presentan en el desarrollo de tu actividad empresarial. Trabajará de forma objetiva y técnica para trazar estrategias dirigidas a maximizar la rentabilidad jurídica de tu empresa y reducir los riesgos que puedan comprometer su viabilidad.
Un buen abogado se encargará de generar escudos y barreras de protección que salvaguarden los recursos necesarios para el crecimiento corporativo.

Deberá tener capacidad de estudio y continua actualización jurídica. Un perfecto control en negociaciones individuales y colectivas, así como una excelencia técnica que cumpla con los cánones marcados por la corporación.

Es importante que el Empresario pueda dedicar la mayor parte de su tiempo a la actividad concreta de su empresa sin que la parcela laboral le suponga una carga adicional. Delegar en un Abogado Laboralista la totalidad de los problemas y contingencias laborales que genera una plantilla de personas trabajadoras es algo positivo.

Pensar en Izquierdo Ocaña abogados, un buen abogado laboralista, es confiar en la rentabilidad que sus servicios pueden generar en relación al ahorro generado en la resolución de los problemas que pueden acabar hundiendo a una empresa.

Los honorarios de un abogado laboralista para empresas variarán en relación al volumen de negocio de la empresa, volumen de plantilla, complejidad del sector y de la situación laboral de la misma.

Existen empresas que optan por la contratación de igualas mensuales que incluyen consultas, elaboración de Cartas de Sanción, Cartas de Despido, Asistencias a Inspección de Trabajo e incluso a juicio.

El precio medio de las igualas puede rondar entre el 2,5% y 5% del coste total de la masa salarial. Mientras que la dirección de procedimientos individualizados puede rondar el coste total de 1 a 3 nóminas de la persona/s trabajadora/s afectadas.

Si eres empresario y te encuentras en una situación en la que no puedes cubrir los costes de tus empleados, es importante que conozcas las herramientas que el Estatuto de los Trabajadores pone a tu disposición. De esta forma, podrás adaptar la carga salarial de tu empresa al volumen de facturación que tienes. Para ello, tendrás que realizar un estudio de los factores que han afectado a la actividad de tu empresa y cómo podrías ajustarlos. De esta manera, podrás determinar qué medidas tomar para adaptar tu plantilla, como por ejemplo, Expedientes de Regulación de Empleo, Reducciones de Jornada, Descuelgue Salarial, entre otros.